¿Existe un mercado para la fotografía cubana, en Cuba?
¿Qué tipo de imagen y firmas privilegia el mercado actual?
¿Por qué las mujeres fotógrafas siguen estando subrepresentadas en los circuitos comerciales?
¿Hay espacios en Cuba para lanzar y potenciar la producción fotográfica de más diverso tipo?
¿Quieres saber que opina al respecto Grethel Morell, experta en fotografía cubana?
¡Sí!
Lee Fotografía y mercado en Cuba… un texto escrito especialmente para Fotografía Líquida.
Fotografía y mercado en Cuba, encauzar espacios
Por Grethel Morell
A mis amigos de la Plaza…
¿Existe un mercado para la fotografía cubana, en Cuba? Y cuando hablo de fotografía me refiero a toda la extensión y uso del término: para la técnica, los accesorios, las imágenes, y si vamos a la tradicional (conocida como analógica, propia de un alto coleccionismo), el suministro de la química, los rollos o placas, el papel. Y cuando hablo de mercado, digo un mercado oficial, organizado, regentado, efectivo.
Emprendedores, anticuarios y artistas de Galería
Existen emprendedores y aventureros, que en mercado formal (y a veces tornadizo), proponen fotografía y enseres colaterales en ciertos circuitos como stands, tenderetes, estudios de artistas, galerías privadas o workshops para turistas de ocasión. Existen coleccionistas, pocos, que incluyen en sus nóminas artículos del universo fotográfico, álbumes e imágenes antiguas. Están las firmas más conocidas, los caminos más socorridos, los artistas de renombre, con un posicionamiento o por posicionar, que se exponen, promueven o representan por galerías comerciales del sistema institucional cubano. Esas que ponen precios, venden (o dirigen la venta) e intentan potenciar el sector o el estilo que consideran más certero. Incluso pueden llevar a subastas en terreno nacional. Pues en contexto internacional, cada vez se hace más fuerte la inserción de fotógrafos y obras representados por galerías foráneas. En el más reciente Photo Basel, René Peña, Juan Carlos Alom y Adrián Fernández Milanés fueron presentados por Fabian + Claude Walter Galerie (Zurich), como parte de la visión The Sound of Latin America y en específico dentro de la mirada al escenario fotográfico contemporáneo cubano.
Eventos que deberían ser de mejor acceso para nuestro arte fotográfico, desde la autogestión puntual, dada la creciente oleada de imágenes, creadoras y creadores buscando espacio. Obras con determinada calidad estética y discursiva que pugnan por colocarse, y que intentan aprovechar la circunstancia de “la moda Cuba”.
Un minuto de silencio
Antes de continuar la escritura reflexiva sobre el asunto en la Isla, me permito un paréntesis alrededor de lo que se vende; o mejor expresado, quienes portan la supremacía en la selección que va a venta. Es pensar en la fotografía cubana que se lleva de modo oficial a los espacios de comercio, sin que determine en este breve análisis la condición de quién o quiénes la mueven.
La fotografía documental sigue disfrutando de gran preferencia. Las de perfil historicista, el ensayo, el paisaje urbano, el retrato de personajes insignes o atractivos pasan por favoritas, marcadas muchas veces por setos temporales clásicos o en boga (como la de los años 30, imágenes de la post-guerra, o los nostálgicos 60).
Mas, en un elemental balance de creaciones, es un hecho conocido que la mayor cuantía de obras fotográficas que se comercializan en el mundo responde a firmas masculinas. Las fotógrafas han alcanzado un lugar indiscutible (ejemplos recientes, la inclusión de una pieza de Diane Arbus en Christie’s New York en esta primavera, la obra de Graciela Iturbide en la subasta Fotógrafos Documentales de Latinoamérica 1920-1990, de la madrileña Juan Naranjo Galería en octubre, o Julia Margaret Cameron en Christie’s Paris en el actual noviembre), pero aún insuficiente. En el caso de las fotografías nacionales seleccionadas para ser lanzadas al ruedo, las estadísticas marcan un severo e inquietante mutismo a favor de las féminas. ¿Es que acaso no hay creación o nombres suficientes? ¿La historia de la fotografía cubana no tiene ingentes modelos de buen hacer femenino? Argumentos realmente a valorar despacio en otro texto.
Mercado para la fotografía
Vuelvo a las realidades comerciales en Cuba. En esta ocasión no hablaré del tan últimamente debatido, “coloquiado”, “asambleado” y reiterado tema Mercado del Arte, así, en mayúscula; si no a la muy objetiva necesidad de crear o posibilitar espacios para el mercado de la fotografía artística, documental, de ensayo, fotografía de autor… sus catálogos e implementos, en y desde el país. O al menos, permitirle un adecuado tránsito en nuestra compleja red de compraventa de “artículos de arte”. Más en un ámbito y en una estructura jerárquica de la cultura que ha apostado indistintamente por el arte, la enseñanza artística, la instrucción suprema, la proliferación de entidades culturales, a pesar de llevar el estigma del tercer mundo, sus históricas carencias, las limitaciones de intercambios (materiales) y la falta de solidez en suministraciones.
Todo ello sin detenernos en pensar que no hay, facultadamente, donde adquirir cámaras y demás utensilios técnicos, ni casas expertas en firmas (las clásicas Leica, las populares Canon, Nikon, o las exquisitas Rolleiflex… lamentable, cuando fuimos los primeros en Latinoamérica que tuvimos la sede de la Eastman Kodak en sus mismo orígenes), ni donde recibir asesorías, consignaciones, evaluaciones o tasaciones confidenciales de piezas fotográficas. No aparecen en nuestra cartografía oficial del arte espacios para las consultorías cuando de comenzar o certificar una colección se trata. Y potenciales coleccionistas de fotografía ya están a la vista, más desde la aprobación de la última ley de inversión de capital extranjero (2012), la puesta en práctica y el gradual incremento del cuentapropismo (trabajo del sector privado, a partir de 2013) en la esfera de servicios de alta gama (restaurantes gourmet, alquiler de sitios residenciales, hospederías, hostales).
Sin contar que los pequeños centros que ofrecen servicios fotográficos (de imprimir a partir de tecnología digital, básicamente), están la mayoría desactualizados y desprovistos en mercancías. Aunque este último punto es algo que en los consorcios privados han encontrado fructíferos senderos.
Tiendas y galerías, afán por la diversidad
No existen en La Habana galerías o tiendas especializadas, enfocadas meramente, en el producto fotografía. Ni elitistas, ni decorativas. Ni de corte exclusivo, ni de supermarket. Y dado el carácter tan democrático que ha alcanzado la manifestación en el mundo contemporáneo, el veloz desarrollo de la tecnología para captar imágenes (¡los iphones o Samsung Galaxy son cámaras!), la selectividad del conocimiento y la riqueza de sus espectros temáticos y creativos, se abren cada vez más espacios en el mundo para su comercio. Desde la fotografía de paisajes hasta la subjetiva de fuerte aliento simbólico, desde la fotografía costumbrista hasta la fotonaturaleza, el retrato, la arquitectónica, la fashion, los viajes, el deporte, lo urbano, la imagen digital alterada… ¡el ambrotipo!, hallan sitio en el escenario financiero del arte. En Cuba se requieren lugares para esto, de diversos tipos.
Miremos el modelo de la marca francesa YellowKorner. Una galería de arte especializada en fotografía, con atisbos de tienda de decoración, implantada en 12 países de los cinco continentes. Dedicada a la venta de piezas fotográficas exclusivas y de alta calidad, Yellow… propone ejemplares de fotografías originales, numeradas, formatos a elección del cliente, con sus correspondientes certificados de autenticidad y series enumeradas. Sitio que se promueve para la más amplia escala de público, al alcance de todos los precios.
Profesionales de la gestión talentosos hay, personas jóvenes actualizadas en las intríngulis del mercadeo, que conocen y son conscientes del “producto fotografía”, pero sobre todo, profesan respeto por el buen arte, el trabajo especializado y la conservación del patrimonio visual de un país. Entonces, faltan los espacios.
Por cierto, ¿dónde está la galería comercial de la Fototeca de Cuba? Era buen sitio para encauzar, legitimar y vender fotografía cubana.
Si estás interesada/o en leer + textos de Grethel te recomiendo:
Apuntes sobre la enseñanza de la fotografía en Cuba
Entrevista al fotógrafo Iván Cañas, uno de los máximos exponentes del fotodocumentalismo cubano
El desnudo y la fotografía cubana actual. De caminos y carencias (Entrevista a Grethel Morell por Yenny Hernández)
Mujeres en Jagüey
12 comentarios
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Ely muito bom artículo, bjossssss
Autor
Gracias 🙂
Gretel,una vez mas te digo que tu estas pasada de liga,porque te comento que yo sufro mucho con el tema de las carencias de materiales en toda su magnitud,no pocas veces he planteado en las instituciones que tienen que ver con el asunto la necesidad d una tienda para los fotografos que la demandan y nunca se ha podido lograr nada,como soy optimista por antonomacia quizas te diga que no pierdo la esperanza que en algun momento pueda ser,,,es triste y me duele porq muchas veces no basta con tus intenciones cuando dependes de los materiales para hacer proyectos,,,comparto tu criterio y asi te lo hago saber,,,me gusto tu reflexion y gracias por tu preocupacion por la fotografia cubana,,,mi sincero aprecio una vez mas y nos vemos por ahi…cuenta conmigo para lo que necesites…ah se me olvida decirte que pases un lindo fin de año junto a tu familia…el año que viene sera mejor,asi lo creo,,un abrazo y mi admiracion..chino arcos
Gracias Arcos, los fotógrafos cubanos lo ameritan. Ha sido largo el sendero, creo va siendo momento de que atiendan, entiendan, escuchen, miren…. sobre todo encaucen y posibiliten. Gracias también por seguir la columna. Con criterios como el tuyo, se me anima la escritura 🙂
Abrazo y excelente año tengas mi Chino. Lo mereces.
Gracias!
Muy buen artículo Grethel, gracias!
Gracias Pedro
Excelente texto Grethel. Yo también me pregunto tu interrogante final. Te apoyo.
Gracias Claudia, por leer, comentar y apoyar. Si los espacios no se apremian en atender las demandas de la fotografía, las fotógrafas y los fotógrafos cubanos, a veces más objetivas que creativas, nos queda a nosotras….escribir! Curadoras y expertas en el ejercicio de la palabra, generando valores de utilidad. No dejemos de anotar, hacer notar, proponer, mover, lanzar… quizás el próximo año anotemos la carrera 🙂
Sin palabras Grethel!!! Muy necesaria tu reflexión. Mi mayor deseo: que sea leída y comprendida por quienes deben ser. Gracias por este espacio, lo disfruto mucho.
Gracias Annia por leer, comentar, seguir y disfrutar Fotografía Líquida.
Es como bien dices, ojalá el ejercicio del criterio produzca un alto valor de utilidad…. donde sea compensado. Por lo pronto, hay que seguir lanzando la bola sin romper el vidrio de la ventana… ¿o ya lo rompió? 🙂
Abrazo, Grethel
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